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07 marzo 2016

LO QUE EL OJO NO VE: TOROS DE 'MATILLA'

Como las cámaras de fotos de la prensa generalista, no parecen muy bien enfocadas en ocasiones, habrá que mostrar aquí los 'toros' que la empresa se autocontrató para la corrida magdalenera del pasado jueves:




¡Nivelazo!

12 marzo 2015

¿TOROS? DE LA EMPRESA PARA LAS ¿FIGURAS?

El próximo sábado vienen a Castellón, en corrida goyesca, Enrique Ponce, "El Fandi" y Sebastián Castella. Como es goyesca y ripollesera, parece ser que han buscado toros al uso. Estos son 4 de los 8 toros de García Jiménez que hay en corrales (o sea, que han pasado el primer reconocimiento tras el 'análisis' de veterinarios y presidencia):





Sobran comentarios: #magdalenacontoros

16 febrero 2015

LA INFLUENCIA DE LAS FINCAS DE CEBADERO EN EL COMPORTAMIENTO DEL TORO. II PARTE (Jorge V. Sáez)

En la amplitud del campo, el toro vive casi en casi plena libertad, come, pasea, hace deporte, dónde la vida es alegre, plácida llena de felicitad y a veces de disputa. También establecen sus jerarquías y se pelean con sus congéneres, y aunque peligrosas porque provocan bajas, tienen su parte positiva, ya que el toro aprende a luchar, se entrena echando un pulso a sus semejantes y haciendo ejercicio de patas y morrillo, teniendo a veces que huir y someterse a la ley del más fuerte, todo esto sucede porque dispone de espacios amplios, porque entre cuatro paredes, el sumiso, no puede huir, el vencedor no puede explayarse, en definitiva no puede desarrollar su propia personalidad como toro bravo, se le ablandan sus pezuñas, y lo que es peor, también su carácter, cambia su signo, y el comportamiento del toro pierde imprevisibilidad. En las fincas de cebadero está el toro demasiado manoseado, come a mesa y mantel y se pone gordo, porque lo importante de un toro no es el peso, es el trapío. Lo es también y mucho, su condición interior, es decir su carácter, su temperamento y su bravura, en definitiva se compromete su futuro desarrollo. No me vale que me digan los tratantes de ganado de cebadero, que los toros solo viven en corrales en la fase final de su vida, porque olvidan que esa etapa, es crucial y decisiva para su desarrollo, ya que su cercanía al día de su lidia o exhibición en la calle le condicionará sobremanera. Si me permiten un ejemplo, es como si ustedes, habiendo vivido toda su vida en su casa como reyes, con su tierra, su familia y sus gentes, llega un día en que le obligan al exilio, a ir a un país desconocido, una tierra que no es tuya, unas gentes, una cultura y un idioma que no conoces, es decir, te lo quitan todo, es como “vivir sin vivir” en una desdichada nueva subsistencia.

Insisto, en que el toro para poder desarrollar correctamente su instinto, necesita vivir tranquilo en el campo, sin injerencias del hombre, y cuanto menos manoseado mejor y como es lógico, entre cuatro paredes de una finca de cebadero esto no es posible, pero ¿que pasa?, que el toro en plena libertad, comiendo por el campo y haciendo ejercicio no engorda, no coge los kilos tan rápido y cuando los “ganaduros y cebadores” cayeron en la cuenta dijeron ¡un cuerno! el toro al corral y a engordar, que el pienso es caro y no estamos para tirarlo, y que ocurrió después, pues que el toro perdió ese SELLO ESPECIAL de antes, sin libertad, sin disputas por el careo, ni el descansadero, ni el sesteo, sin apetencias territoriales de dominio, se limitan a comer, beber y estercolar como “borregos de granja”, en definitiva no tienen ganas de embestir, ni querer coger a su enemigo, ni correr, ni pelearse con nadie, y cuando salen a la calle o a la plaza, se ahogan rápidamente, ¡manda huevos! y después nos quejamos.

Digamos a modo de resumen, que la receta clásica es clara y simple y es la que debiera aplicarse y se resume en, seleccionar bravura, vida y comida natural al aire libre, espacios abiertos, poco manoseo y cuatro años cumplidos. Siempre es mejor lo natural que lo artificial o por lo menos a mi así me lo parece. Así que tomen nota, peñas, ayuntamientos y comisiones de fiestas, que si queréis toros de verdad ir al CAMPO CAMPO de verdad, al ganadero que tiene vacas de vientre, que críe él sus toros de sus propias vacas, y nadie más que él, es el verdadero representante del ese TORO que con tanta ilusión esperáis. Que nadie dice que la crianza tradicional sea fácil, pero desde luego, infinitamente mejor que el criarlos en las malditas fincas de cebadero, que para mí, son un VERDADERO DISPARATE, dónde cuestiono el correcto desarrollo psicosomático del toro bravo.

19 enero 2015

LA INFLUENCIA DE LAS FINCAS DE CEBADERO EN EL COMPORTAMIENTO DEL TORO. I PARTE (Jorge V. Sáez)

La moda de cebar a los toros en fincas de cebadero, es sin duda otro rasgo maléfico del sistema de criar toros como si fueran cerdos –con perdón-. Antes el toro era el señor de la dehesa, muchas hanegadas de tierra a su disposición, espacios abiertos de monte accidentado o plano donde corretear, árboles y peñas en que rascarse, hierba con que alimentarse, tierra con que frotarse y tirarse a los lomos, tapias en las que buscar abrigo, monte bajo para esconderse del sol o preparar emboscadas, umbrías para el verano y solaneras en las que tomar el Sol en invierno. Lugares recónditos donde encontrar intimidad y refugio, compañía de otros animales salvajes, que cuando el toro ni comía ni dormía, sencillamente se paseaba, en definitiva vida pura al aire libre. Todo esto y más, es lo que hacen o hacían los toros cuando vivían en libertad en el campo. Ahora la moda absurda de las fincas de cebadero, finca pequeña por lo general, acotada de tapias y llena hasta el colmo de boñigas frescas desata la ira de los toros.
                                   
Entiendo que ahora el toro tiene que venir muy preparado y es necesario ayudarle con piensos, pero eso si, debe ser racional, la alimentación a base de piensos compuestos artificiales, son muy buenos para las gallinas y los gorrinos, en los que tantos kilos de pienso equivalen a tantas docenas de huevos o tantos kilos de magro. Pero el toro bravo, es otra cosa señores, este tiene que desarrollar todo su potencial genético, podrá se bravo o manso, bonito o feo, pero lo importante, es que pueda desarrollar su bravura, y para ello necesita de espacios amplios y abiertos.

Antes la naturaleza, por el libre juego de las fuerza naturales, ponía al toro en su punto ideal, de hecho los toros criados en estado natural debían buscarse su sustento y competir por él. Frente al toro antiguo que comía hierba, pienso natural y pasaba sus penurias y crecía lentamente, ahora tenemos a los toros a mesa y mantel bien cebaditos desde chicos, que comen pienso compuesto, que viven al lado del pesebre como si fueran animales de engorde ¡Qué asco!.

El toro necesita tener poca grasa y mucho músculo, y por tanto, no debemos confundir la cría tradicional del toro, con el cebamiento del cochino, luego encima nos quejamos de que los toros valen mucho dinero y que no embisten, que se ahogan o mueren al salir a la calle o a la plaza, que no pueden respirar, en definitiva que no andan. Pero ¡caramba!, es que no valen un pepino. Me podrán decir que hay toros criados al estilo tradicional y en grandes fincas que tampoco andan, es cierto, pero esto es por falta de raza, que es otro tema de estudio aparte.


 Los toros a base de comer bien y pasearse por el campo, enrecian, es decir se hacen hombres. La vida plena en el campo y en contacto íntimo con la naturaleza, además aporta tosquedad y reciedumbre en el toro bravo, aspectos ambos positivos. En el campo saltan zanjas, arroyos, corren, sestean y retozan, no descubro nada nuevo. Permitirme un ejemplo, pregunten a sus abuelos y abuelas, si sabía igual el pollo y las gallinas de corral, que el “broiler” de granja actual, o comparen el cerdo ibérico puro criado en el campo y su jamón de bellota curado de forma natural, con el actual de granja y curado en secaderos artificiales. O el conejo de monte, que no solo es más listo, ágil y más fuerte que el de granja, sino que podrá gustar o no sabe distinto al paladar. Pienso que a los toros les pasa lo mismo; ¿por qué aceptamos esto?, y encima cuestan un dineral.

La influencia del hábitat en el toro bravo merece un estudio pormenorizado, el vivir en libertad o el tener que hacerlo recluido en un corral influye mucho en su comportamiento final. Se me viene a la mente un acontecimiento ocurrido en una finca ganadera, las vacas bravas que están a punto de parir, como sabréis buscan el sitio más resguardado, tranquilo y escondido, esto no es casualidad, tiene su sentido, tratan de proteger y esconder a su cría aún indefensa, mientras ellas salen a buscarse su sustento. Comentaba un ganadero que tenía unas vacas a punto de parir, encerradas temporalmente en un corral, pero acostumbradas a vivir en libertad, observaba, que cuando ya estaban a punto de parir, éstas prolongaban voluntariamente el parto esperando a que el vaquero les abriera la puerta del corral que daba a la libertad del campo. Campo, que nosotros le negamos encerrándolas entre cuatro paredes, esto explica que puestos a elegir las vacas prefieren el hábitat natural, que es el campo y que por sus muchos rincones, cobijos y recónditos lugares, las vacas buscan entre mata y mata, el lugar apropiado para dar a luz y que en un corral pequeño, por bonito y cómodo que sea para nosotros, no es el lugar que ellas escogen de forma natural. Lo mismo le ocurre al toro, cuando está en la dehesa en libertad, desarrolla adecuadamente su instinto de bravura y en la finca de cebadero lo pierde. No estoy diciendo que la crianza en fincas de cebadero amanse al toro, sino que lo que hace, caso de que la tenga, es menoscabar su bravura, es decir limita la manifestación correcta de la bravura.

En la dehesa las estaciones son estaciones, así en primavera y otoño carean la finca y se dan un buen verde, pasan calor en verano y frío en invierno, comen alcaceles y se crían con lentitud a base de hierba y pienso natural, como la buena cocina, que se hace a fuego lento. La belleza del campo bravo es inmensa, abundan la hierba, dónde los toros retozan, y entre el pasto y los toros, se entabla una lucha titánica de supervivencia, el toro para comérsela y la hierba rebrotando para no ser devorada. De esta manera los montes que están sometidos al diente del toro se conservan limpios y se previenen los tan temidos incendios. Deambulan junto a fresnos, quejigos, encinas, alcornoques, robles, saceras, bardagueras, pipirigallo, zarzas, jaras, etc., donde las patas del toro se traban, entre un colchón de hierba, donde los toros se rozan con las ramas de los árboles y aprenden a abrirse camino, dónde aparecen las flores en primavera y hojas caídas en otoño. En definitiva la inmensa belleza de la naturaleza se recrea con el toro, da igual la constitución geológica de la finca, sea alta o baja, llana o abrupta, tierra fuerte o blanda, pedregosa o de arena, húmeda o seca, caliente o fría. Hoy por desgracia, con las prisas está de moda la “olla exprés” es decir se prepara al toro rápidamente y esto es antinatural y se puede decir en voz alta, que la amplitud del campo con sus pastos naturales, siempre será mejor para el toro que no el malvivir cautivo en un corral de cebadero.  

El toro debe criarse como el príncipe de la dehesa y no como un prisionero encerrado entre las frías y agrias paredes de unos tétricos corrales.

05 diciembre 2014

LOS AFICIONADOS EXIGIMOS POR LO MENOS UNA CORRIDA DE TOROS-TOROS (J.A. Climent Ulldemolins)

Cuando  ya  empiezan  a  circular  algunas  noticias  de  cara  a  la  próxima  Feria Taurina de la Magdalena 2015 referentes a que se mantendrán el mismo número de espectáculos que la pasada edición a base de 3 corridas, 1 de rejones y 2 novilladas (una picada y otra sin picadores), me pregunto si de las 3 corridas previstas tendremos la suerte los verdaderos  aficionados de que la empresa nos programe por lo menos una Corrida de Toros-Toros, ya sea de una ganadería completa o bien, si les resulta más factible, hacerlo como una corrida concurso con toros de diferentes ganaderías por ejemplo: Cuadri, Prieto de la Cal, Ana Romero (santacoloma), Victorino o Adolfo Martin (albaserrada), Fuente Ymbro, Torrestrella…

El cartel de toreros me da igual; los que se quieran apuntar, por ejemplo: Javier  Castaño, "Rafaelillo", Paco Ramos, entre otros.

Considero que al igual que los aficionados al Rejoneo (entre los cuales yo también me incluyo) disfrutan de una corrida de rejones en la feria, ¿por qué los aficionados toristas, que somos muchos en Castellón y provincia, no podemos disfrutar por lo menos de una auténtica Corrida de Toros?. ¿Es esto pedir mucho?.

Esperamos la respuesta de la empresa.

Toro Comino, de Cuadri, vuelta al ruedo en 2013

01 diciembre 2014

EL AFEITADO CONSENTIDO DE LOS TOROS (Jorge V. Sáez)

Como aficionado comprometido con la integridad de la fiesta y desde esta tribuna de la UTAC, me he animado a escribir estas líneas sobre un tema tan controvertido como es el afeitado de los toros y en los tiempos actuales del “cortesanismo barato”, escribir lo que uno piensa sin tapujos es casi un atrevimiento.

El afeitado, barbarie de los taurinos corruptos, es la práctica que consiste en recortar los pitones de los toros para hacerlos menos peligrosos reduciendo así, aunque sea mínimamente su riesgo a costa de perder éstos el sentido del tacto del pitón.

La estrategia de los afeitadores y sus partidarios consiste en hacer creer que el fraude es indemostrable. La administración no actúa porque no hay denuncias y no hay denuncias porque el aficionado no esta involucrado con la fiesta. Es por lo que desde la UTAC animamos a todos los aficionados ha denunciar con denuedo, con voz alta y clara esta denigrante práctica.

¿A quién beneficia el afeitado?. Exactamente no sabría responder a esta cuestión. Beneficia a varios, por una parte al torero por su menor riesgo teórico, además a más corridas más dinero. Por otra al ganadero, porque le ayuda a vender su mercancía. También al empresario porque le reduce costes a corto y largo plazo. Y por último al apoderado porque puede cobrar con más seguridad sus comisiones. Desde luego a quién no beneficia en absoluto es al público que paga, que es el primer perjudicado, pero… ¿no le interesa al empresario cuidar a su cliente?... y ¿a los toreros a sus seguidores…?.

Si a nadie beneficia como dicen los inductores, ¿por qué se hace?. Yo la verdad no lo sé y mientras tanto, la autoridad mantiene una actitud pasiva ante el fraude. Ahora que la Administración, parece “aunque por interés político” decidida a proteger la fiesta, es el momento para que se decida de una vez por todas a erradicar el fraude del afeitado, porque la fiesta corre peligro, sí ¡peligro de muerte...!

En palabras mismas de un ejecutor de esta operación, esto «está prohibido, pero todo el mundo lo hace».

Entre el rumor y la evidencia, cada temporada se cierra con una conclusión alarmante, muchos de los toros que saltan a los ruedos, no digo ya son sospechosos, porque nos hemos acostumbrado a utilizar esta frase hecha, si no que casi podemos afirmar que están afeitados. Aún admitiendo el margen de error de nuestro diagnostico, desde luego un indicio claro es que todos los toros salen prácticamente con los mismos pitones, cuando de siempre en la villa del señor, ha habido toros astifinos y astigordos. Los que como muchos de nosotros, llevamos desde pequeñitos viendo toros en los pueblos y plazas, estamos al tanto de lo que es un pitón íntegro de una res y por eso aseveramos nuestra afirmación, ¡se creen que somos gilipollas!, quieren hacernos creer lo que no es. Yo que soy profano en la materia, me cuesta creer que no exista un método de análisis eficaz y científico para demostrarlo.

Lo peor de todo es que contemplamos con absoluta frialdad como esta práctica campa a sus anchas y la autoridad mira hacia otro lado. Las premisas que el reglamento taurino vigente prevé para combatir el afeitado, es obvio que son insuficientes. Las técnicas para descubrir el afeitado se basan entre otras, en el examen externo del asta, que aunque proporciona estimables datos útiles para el diagnóstico necesita de otras pruebas que lo corroboren, entre ellas la biometría, que es el estudio de la relación de proporcionalidad entre la longitud total del asta y la de su parte maciza. Según R. Barga las longitudes medias de los cuernos de los toros van desde los 50 cm hasta los 24 cm y desde los 8,8 cm a los 6,4 cm de pitón respectivamente.

Según estudios estadísticos veterinarios esa relación entre la longitud media del cuerno y la del pitón, es aproximadamente de entre 1/5 y 1/7. El problema es que esta correlación puede variar según la individualización de cada res, en función de muchos factores como alimentación, climatología, edad, genética, encaste, sexo, patologías, hábitos, lesiones, etc. igual que todos nosotros no calzamos un 44 de pie, al toro le pasa lo mismo con los pitones. El reglamento no considerará fraude cuando la proporción asta-macizo sea de hasta 1/7 y así muchos toros evidentemente afeitados dan negativo. Y es por lo que cuestiono la validez de esa premisa, aunque los veterinarios expliquen que este análisis, se tiene que complementar con otras pruebas para catalogar a un toro como afeitado.


1) Toro íntegro con longitud media del cuerno de 45 cm. y 8,7 cm. de pitón, 45/7 = 6,42 cm. medida mínima legal que debe tener el pitón para no considerarse fraude, como tiene 8,7 cm. se puede cortar impunemente una parte.
Si acortan fraudulentamente el pitón 2 cm. la longitud total del cuerno ahora quedaría en 43 cm. y el pitón en 6,7 cm. al dividir 43/7 = 6,14 cm. como el toro ahora tiene 6,7 cm. está dentro del límite legal. Aún estando afeitado da negativo, por tanto se ha consumado el fraude.



2) Toro íntegro de Isaías y Tulio Vázquez


3) Toro íntegro cornicorto con longitud media del cuerno de 31 cm. y 7 cm. de pitón, 31/7 = 4,42 cm. medida mínima legal que debe tener el pitón para no considerarse fraude, como tiene 7 cm. le sobra y se puede cortar impunemente.
Si acortan fraudulentamente el pitón 3 cm. la longitud total del cuerno quedaría ahora en 28 cm. y el pitón en 4 cm. al dividir 28/7 = 4 cm como coincide. Esta dentro del límite legal. Aún estando afeitado da negativo, por tanto se ha consumado de nuevo el fraude.


4) ¿Toro en puntas o afeitado?


Como vemos con la prueba de la biometría claramente se consuma el fraude dando negativo en el contraanálisis.

Sé que es aún más nefasto que se merme la casta, la bravura y se reste emoción del toro, pero una cosa no quita a la otra. Es de recordar que para afeitar a un toro, primero hay que inmovilizarlo y ensogarlo, el toro se opone con todas sus fuerzas y se le quebranta, el toro sufre de lo lindo, forcejea, derrota, muge, suda, siente dolor, se le destroza física y psicológicamente y se siente impotente, sólo hay que ver la expresión de su cara, los ojos parece que se le salen de las órbitas. Mientras unas sucias manos humanas le quitan aquello que la naturaleza le dio para poder defenderse, el toro sale de la operación maltrecho, humillado, mutilado y dolorido... se ha consumado la orgía.

Los aficionados no somos tan incautos para creer que todos los toros deben salir astifinos y con las puntas buidas, de siempre han existido toros cornicortos, romos y astigordos y lidiarlos tal cual lo parió su madre es o debería ser lo correcto y que el peligro también lo tienen los toros mogones y despitorrados, pero el quid como digo, está en que no se manipulen los pitones fraudulentamente.

Desde hace años un buen número de toros de los que se lidian en las plazas de España son sometidos a manipulaciones que quebrantan su fuerza y modifican sus naturales defensas, empleándose para ello, incluso, procedimientos de innegable crueldad. Está en juego el prestigio y porvenir de la fiesta de los toros. Por ello y en atención a que las Autoridades gubernativas no consiguen, con los resortes que pone en sus manos los reglamentos protejan los derechos del público, la Utac insta a los aficionados, a las peñas, asociaciones taurinas, clubes, etc. que si de verdad aman la fiesta, que se atrevan a denunciar estos hechos, empezando por no dar coba a ganaderos, tratantes, empresarios y toreros que manifiestamente sean cómplices de semejante despropósito.

En el combate contra esta práctica malévola, tú también puedes hacer algo ¡participa ya! ¡Difunde! ¡Informa!... ¡Actúa!, tu neutralidad y tu silencio beneficia a los inductores, nunca a la víctima.

¡No debemos seguir mirando a otro lado! El reglamento es claro en cuanto a la INTEGRIDAD, y por eso quiero pedir, a quién convenga que se cambien los reglamentos taurinos de las diferentes Comunidades Autónomas, para que obligatoriamente se analicen las astas de al menos dos toros por corrida, en todas las plazas de 1ª, 2ª y 3ª categoría, petición que ya ha realizado la Unión Taurina de Abonados de Málaga (UTAMA) y la de Castellón (UTAC). Actualmente ante la sospecha de manipulación, es facultad del presidente el remitir los pitones a análisis. También pedimos que se elimine del actual reglamento, el sistema de relación antes señalado de 1/7 de proporción mínima que tiene que tener el pitón respecto a la longitud total del asta, por entender que no es fiable, ya que unas reses tienen más pitones que otras y distinta longitud de cuerno.

La solución ya no solo estaría en adoptar medidas de prevención, comprobación y castigo de los fraudes que acabo de comentar, podrían añadirse todavía algunas otras cautelas adicionales que, sin ir al corazón del problema, podrían contribuir indirectamente de un modo, quizás decisivo, a su solución. Me estoy refiriendo a medidas complementarias de naturaleza distinta a la sancionatoria o punitiva, por ejemplo la inhabilitación de toreros, ganaderos y empresarios incompatibilizando ser contratados o presentarse a concursos de plazas de toros.

Y por si fuera poco algo muy preocupante, que incide directamente en este progresivo deterioro de lo taurino, son los medios de comunicación que facilitan el camino de los trasgresores, sin respetar al que paga, al BENDITO PÚBLICO que al fin y al cabo es quien mantiene la fiesta.