Cuando se trata de gestas como la de hoy, los aficionados tendemos a
ver más los defectos del actuante que sus virtudes. Algo así le he oído decir
al Maestro Emilio Muñoz.
Los defectos de Varea todos los conocemos. Mal con la espada y algo de
pico de muleta, a veces mucho.
Sus seis faenas se pueden definir todas de la misma manera. Con mucha
entrega pero poca brillantez. Destellos en algunas tandas sobre todo con la
mano izquierda y algunos desplantes, con la derecha también ha lucido por
momentos.
Pero que esperar de los seis novillos? Justa presentación, sosos,
movilidad justa, como la fuerza, bravura se les suponía,… Con esos novillos
también poco del capote de Varea hemos podido disfrutar.
El Presidente ha estado bien hasta que se le ha ocurrido dar la vuelta
al ruedo en el arrastre al 5º novillo. Era para tanto?
El público ha estado toda la tarde entregado a Varea, le ha consentido
mucho y olvidado el mal uso de los aceros.
Y otra vez el monosabio. Si es el mismo del año pasado, él si puede
decir que ha repetido en Castellón, por triunfar el año pasado.
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