Este año, he querido conocer la Feria de una localidad francesa. No es
normal, es diferente, no es cotidiana. Tanto he leído y oído eso términos, que
sin pensarlo dos veces allí me he presentado.
Y usando el inicio de las aventuras de Asterix. Todo el Planeta Taurino
está ocupado por la monotonía, el monopuyazo, el monoencaste… ¿TODO? No. Aún
queda una Asociación de Aficionados Ceretanos irreductibles, que apuestan por
la verdad y la pureza.
Llegué con tiempo y poder conocer el lugar, sus gentes y gastronomía.
Todo muy bueno, sobre todo el ambiente festivo en las calles y su gente. En las
que el toro ya en camisetas, pañuelos, vasos, carteles… Siempre está presente.
Y otra cosa que les sobra, la cordialidad y respeto que tienen aunque no hables
su idioma.
En las tres corridas hubo de todo. Toros descastados, bruscos, mansos.
Los de Dolores Aguirre. En los de Juan Luis Fraile, algunos bien presentados y
algunos con opciones. Los Adolfos, con calidad, algún soso y otros con muy
malas pulgas.
Las características de los toros, propiciaron que todos los toreros
tuvieran que usar su enjundia, verdad, pureza y emoción. Aunque también hubo
alguno que uso demasiado el pico de la muleta.
Y hasta aquí pueden leer y yo escribir el año que viene más.
Fotos: @escribirytorear
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